Los imanes han jugado un papel importante en el progreso tecnológico de la humanidad. Incluso los estudiantes de secundaria saben sobre la capacidad de un imán para atraer metales y sus otras propiedades. Pero el material cuenta con un secreto que no todos pueden resolver. ¿Por qué, si divide el imán en dos partes, tendrán dos polos?
Historia del estudio del imán.
Incluso en la antigüedad, cuando las personas extraían mineral en minas, se toparon con material negro que atraía objetos metálicos. Sin embargo, debido a la falta de educación y la falta de oportunidades para estudiarlo, todo se atribuyó a las maravillas de la naturaleza. Y como las minas estaban ubicadas en Magnesia, las piedras negras fueron apodadas el "imán".
Hecho interesante: Hay una leyenda según la cual el pastor Magnus fue el primero en encontrarse con un imán, y supuestamente nombraron una piedra en su honor.
En el siglo XIII, el científico Petr Peregrin fue el primero en estudiar el imán y revelar sus polos sur y norte. Esto ayudó a inventar las primeras brújulas. En el siglo XIX, los científicos establecieron una conexión entre el magnetismo y la electricidad. Los primeros experimentos se llevaron a cabo con una bobina galvánica, lo que ayudó a avanzar significativamente en el estudio de los fenómenos físicos. En 1825, el ingeniero William Sturgeon fabricó el primer electroimán.
¿Por qué las partes de un imán dividido tienen sus polos?
Si divide un imán grande en dos partes, forman sus propios polos sur y norte. Esto es fácil de verificar: ambas piezas serán atraídas por un lado y repelidas por el otro. Pero ¿por qué sucede esto?
El hecho es que un imán, como cualquier material, consta de las moléculas y átomos más pequeños.Pero entre ellos fluyen continuamente corrientes eléctricas de pequeñas cargas. Crean campos magnéticos, obligando a cada partícula a realizar las funciones de un imán completo. Todas las moléculas están orientadas en una determinada dirección, por lo que aparecen los polos sur y norte, que son el resultado de pequeños campos.
Y si divide el imán en dos partes, las microcorrientes comenzarán a fluir en una dirección diferente, lo que provocará una reorientación de las partículas en el espacio y, como resultado, la aparición de nuevos polos.
Después de que el imán se separa, debido a las microcorrientes con fugas, las moléculas se reorientan en el espacio y forman nuevos polos en cada parte. Esto es posible debido al hecho de que cada partícula tiene su propio campo magnético.